Después de observar y escuchar a los niños, los educadores desarrollamos con ellos proyectos que parten con cualquier acontecimiento casual, idea o un problema puesto por uno o más niños.
El tiempo para los niños(as) es fluido, no debe de ser comprimido ni encapsulado. Teniendo en cuanta esto, y como una medida de confianza y respeto es que Un proyecto puede durar desde un día hasta varios meses, permitiendo enriquecer y profundizar las experiencias y teorías investigadas por los niños
Al generar experiencias que se traducen en proyectos, se promueve la participación y el protagonismo de los niños(as) en todas sus habilidades creadoras y cognitivas.